Romeo y Julieta
Romeo: ¡Qué dolor tengo en el corazón! ¿qué rostro tan bonito? ¿es ese el resplandor que me conquistó? Sal hermosa luz, matas mis celos con tu dulce mirada de ojos brillosos y labios rojos, por eso tienes tanta clase, que bruto sería la persona que no sabe apreciarte, te llevo dentro de mí, ¿cómo decirte que sin ti yo no tendría vida? No halas pero tu rostro me basta.
Julieta: ¡Qué pena de mí!
Julieta: ¡Romeo! ¿Eres tú Romeo? ¿Por qué no cambias tu nombre? Si no puedes, quiereme, y yo cambiaré de nombre.
Julieta: Tú eres mi enemigo, tu familia es mi enemiga. La relación de nustros padres están rotas. ¿Por qué no cambias de nombre? Nada cambiaría en tí, segirías siendo tú mismo, pero con un nombre distinto. Tú conservarías tus virtudes y tus defectos los cuales no son heredados. Cambia tu nombre y te daré mi vida entera.
Romeo: ¡oh! Hablaste, tu rostro pálido y dulce lanza palabras hacia mi persona al fin, has salido tan bella como las estrellas que lucen en el firmamento.
Romeo: ¿Continuo hablando o hablo ahora?
Romeo: Razón tienes, porque solo yo puedo amarte como Dios a sus hijos.
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