martes, 2 de febrero de 2016

Un asunto de aventuras...

Pedro Milans 

 ¡Al abordaje! 

 -Papá, no puedo dormir. El padre, sentado en el sillón del salón, coge a su pequeño en brazos y lo sienta en su regazo.
 -Verás, ya sabes que hace tiempo hice un viaje en un barco, ¿no? 
 -Sí- contesta el niño recordando las antiguas fotos de su padre en alta mar. 
 -Pues en ese mismo viaje, mis compañeros y yo pudimos ver a una sirena real- cuenta el padre.
 -¿Una sirena? ¡Sabía que existían!- grita el pequeño entusiasmado. -Ocurrió un día en el que se desató una tormenta y nos pilló a bordo. Tuvimos que resguardarnos como pudimos en las habitaciones del barco mientras el capitán hacía todo lo posible para que no nos tragara la marea.
 -¿Y el barco no se hundió? 
 -No- responde el padre-, por poco. La cuestión es que después de que pasara la tormenta, tuvimos que parar en una pequeña isla para repostar. Mis compañeros se fueron y me quedé yo solo en el barco. Entonces vi lo que parecía una aleta de delfín en el mar, hasta que pude observar que la cola pertenecía a una bella joven. Se acercó y...
 -Cariño, es hora de dormir- dice la madre del pequeño entrando en el salón.
 -Buenas noches- se despide el pequeño y se va a su cuarto. 
 -Lo has hecho a propósito, ¿verdad?- le pregunta el hombre a su mujer.
 -Pues claro. Nuestro hijo no se puede enterar de que esa sirena era yo. Al menos de momento... ¿FIN?

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